lunes, 7 de enero de 2013

YOGA-SUTRA I. 23

YOGA SUTRA I.23  Îshvara pranidhânâdvâ

Si, habitualmente, asociamos la primera parte del primer libro de los Yoga Sûtras de Patanjali con el Sâmkhya Yoga; en la segunda parte, cuyo estudio comenzamos ahora, vemos aparecer en Patanjali una enseñanza, que no ha sido presentada en la primera parte, y, que se denomina Bhakti Yoga.
Con el aforismo I.23 exploramos un nuevo ámbito de los Yoga-Sûtra: el que presenta una serie de medios para la realización del yoga. El primero – la devoción – también es el más importante. Le dedicamos, por tanto, una atención particular.
Hay diferentes medios para alcanzar el estado llamado samâdhi. La práctica y el desapego (como vimos en sûtras anteriores) pueden conducirnos a él. Cuando alguien ha realizado el samâdhi, se aproxima a Dios y las consecuencias superan toda descripción. En el intento para alcanzar la perfección, si estamos todavía implicados por tendencias pasadas, aunque se obtengan facultades y poderes extraordinarios, la mente vuelve a un estado inestable.
Patanjali tenía conciencia de que estos medios eran difíciles de poner en práctica, y dadas las condiciones de vida de nuestra época…todavía más, y propone un método “muy fácil, accesible a todos”: îshvara pranidhâna.
Ishvara significa Dios, con todos sus atributos y cualidades. Representa el poder de creación, de conservación y de disolución del universo. En los sûtras siguientes, de esta sección, Patanjali nos irá dando su definición de ese Ishvara y veremos que está investido de cualidades nobles como la compasión, la fuerza, la accesibilidad y el poder de perdonar. Podemos representarlo con aspecto o atributos variados, según nuestras creencias, y aceptar una entidad más grande, más poderosa, más inteligente requiere humildad. No se va hacia Dios exigiendo, eso no sería ya pranidhâna. Es preciso, también, merecerlo. Como escribió Desikachar “los antiguos nos han enseñado a rezar a Dios con respeto, con sumisión, la cabeza baja y las manos juntas, pero sin miedo. En signo de humildad no miramos más que sus pies porque es demasiado grande, pero no le tememos...porque estamos llenos de amor por El.”

 
Pranidhâna significa el abandono incondicional de los devotos a îshvara y a ningún otro. Esto no se expresa con palabras, sino con todas las acciones, palabras e intenciones.
La actitud mental a adoptar (en palabras de Krishamacharya) puede resumirse así: “yo soy el receptáculo de los sufrimientos provenientes de mi pasado y de mi entorno presente. Sufro igualmente el peso de fuerzas que no controlo. No puedo atribuirle la falta a otros. Îshvara solo, por su compasión, puede borrar este sufrimiento. No pide nada a cambio. Sálvame, me entrego a ti”.
De un abandono tal, a Îshvara derivan el estado de samâdhi y los demás beneficios que le son inherentes.
A partir de este aforismo 23, que inicia la quinta sección del Libro I, Patanjali da una nueva indicación de la que no ha hablado hasta ahora. Y, presenta esto como un camino. Y, el camino sería Îshvara pranidhânâd vâ. El hecho de que Patanjali diga pranidhanâ acabado en “a larga”, nos da una indicación gramatical que indica que se trata de un camino. Es como si Patanjali nos dijera “por el camino que consiste en…”, en volverse hacia Ishvara.
El vâ del final de este aforismo se suele traducir por “o bien”, pero, también según la enseñanza de Krishnamacharya puede significar único, exclusivo, importante. Según el, en este caso no implica una posibilidad entre otras, sino más bien nos muestra su importancia y prioridad. Algo así como decirnos, que entre todos los medios disponibles hoy, îshvara pranidhâna figura en primer plano.
Desde esa doble interpretación, puede darse una doble explicación al Sûtra, una que iría dirigida a quien esté muy inmersa en la bhakti, en la devoción Pero, igualmente, puede servir a otra persona que argumente de otra manera y que simplemente pueda decir que la devoción vuelta hacia Dios es un medio, entre otros.
Es una fórmula muy abierta y excelente, porque el Yoga, lo que hace es abrirse a todas las personas independientemente de sus creencias religiosas o, también, si son agnósticas o ateas.  En este último caso, la fórmula principal del yoga de Patanjali de abhyâsa-vairâgya, es la adecuada y suficiente, porque se puede no tener creencias religiosas, pero, tener una búsqueda espiritual. No es, entonces, una búsqueda mística, vuelta hacia Dios, pero si una búsqueda de lo esencial, de nuestra verdadera naturaleza.
Reconocemos en esta enseñanza de Krishnamacharya, la influencia de una persona muy inmersa en la Bhakti, y que considera que el camino de liberación, por excelencia, es el de volverse hacia Dios y pedirle ayuda.
Pero, a la vez hay una gran tolerancia y apertura, hacia las otras personas que no quieran seguir este camino. Sería erróneo creer que îshvarapranidhâna basta por sí solo y que las sugerencias que siguen en los siguientes sûtras carecen de valor. De hecho, quizás su verdadero espíritu sea permitir a cada persona escoger la vía que le ayudará a mantener su búsqueda.

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