domingo, 15 de abril de 2012

La felicidad, un estado de ánimo


La felicidad es un estado de ánimo que suele ir acompañado del pensamiento de que la vida merece la pena. Eso es al menos lo que dijo Luis Rojas Marcos en el II Congreso sobre la Felicidad que se celebró en Madrid esta semana organizado por Coca-Cola. 
Para el psiquiatra, todos nacemos con el potencial de ser felices pero para ello tenemos que hablar mucho. Con los demás y con nosotros mismos. Somos seres sociales. No existen los Robinsones. Las conexiones afectivas con otras personas protegen nuestra felicidad.
En nuestra sociedad hay gente que son conductores de la felicidad. Como la monja de clausura sor Lucía Caram. El secreto de la felicidad está en dar más que recibir, está en amar la vida y en compartirla cada día, en celebrarla y en vivir sin retener, confiesa la que se autodenomina como "monja cojonera". O el presidente de ASDES, Salva Macías, que cambia céntimos por sonrisas y vincula la felicidad al deporte. Los dos aportan generosamente su trabajo para ayudar a los demás.

Otros son ejemplo de superación ante la adversidad. Como Miguel Fuster, uno de los mejores dibujantes de cómic de España y que pasó quince años de su vida en la más absoluta indigencia, durmiendo en la calle, en cajeros o en estaciones de autobús. En la actualidad está totalmente rehabilitado, va a publicar su tercer álbum autobiográfico y se ha convertido en un reputado conferenciante. O Pablo Pineda, el primer licenciado europeo con síndrome de Down, ganador de la Concha de Plata en el Festival de San Sebastián y consultor externo de la Fundación Adecco. Pablo analizará este miércoles en Zaragoza la relación entre discapacidad y gestión responsable de los Recursos Humanos. Su testimonio se antoja clave para superar barreras y estereotipos que todavía se perciben sobre las personas con discapacidad.

El humor y el deporte también nos hacen felices en momentos difíciles. Leer una viñeta de Bernal es una de las mejores terapias que conozco contra el desánimo. Disfrutar de un buen partido de caceroleo, baloncesto o squash en compañía de tus amigos es un fabuloso antídoto contra el estrés.

El PIB, la prima de riesgo o los mercados financieros no nos puede arrebatar la felicidad. Es la hora de lo que verdaderamente importa: el Índice de Desarrollo Humano.

http://www.youtube.com/watch?v=KfVXiznRvwg

Publicado en EL PERIODICO DE ARAGON 15.04.2012

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