Sentimos pesar cuando nos agarramos a las situaciones o nos involucramos excesivamente en las mismas. Nos olvidamos de que estas situaciones son externas a nosotros. Todo lo que se necesita es saber soltar y desprendernos de ellas. Una vez conseguimos esto, recuperamos la felicidad y la paz y podemos volver a sonreír. Cuán a menudo hemos vuelto la vista atrás en relación a algún problema previo y nos hemos sorprendido de cómo nos dejamos afectar tanto innecesariamente.
El arte de vivir desde el interior hacia el exterior es tal que no sólo nos capacita a desprendernos de aquello que está fuera, sino que nos desarrolla tal fortaleza que nos protege e impide que nos atrapemos en nada.
Cuando sabemos soltar todas las cosas externas a nosotros y nos liberamos, empezamos a sentir un estado de estabilidad lleno de tal felicidad que no importa lo que suceda, no lo podemos perder. La felicidad contiene los poderes de la paz y del amor. Cuando hay paz y felicidad sentimos que tenemos auto-respeto y que somos fuertes, que no somos una persona fácilmente alterable y de estado de ánimo cambiante.
Necesitamos poner atención a la calidad de pensamientos que permitimos en la mente. Esto es sensatez. Después de todo, es nuestra mente. Los pensamientos deberían ser puros, elevados y determinados. Entonces, simplemente observemos los resultados: experimentaremos paz de la mente.
Preguntemos a nuestro corazón: ¿Tengo pensamientos puros y sentimientos positivos hacia todos incluyéndome a mí mismo/a? ¿Presto atención a esto, convirtiéndolo en mi prioridad a medida que me muevo por la vida? Tales sentimientos crean una energía que automáticamente fluye hacia el exterior, protegiéndonos de las influencias negativas.
Facilitado por http://www.bkwsu.org/spain
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.