Perspectiva Psico-Espiritual
En nuestra sociedad hoy se habla por todos lados de “la crisis”, y la mayoría de las personas tiemblan de miedo al conversar, oír o pensar sobre este tan traído y llevado tema. Realmente muchos seres humanos lo están pasando mal al encontrarse con su economía bastante disminuida y con dificultades evidentes para pagar las facturas que se acumulan.
Con este panorama, ¿qué podemos hacer los humanos de a pie para afrontar esta época de crisis y salir bien parados en el aspecto psicológico? ¿Es posible encontrar una salida individual a la crisis colectiva y sentirse optimista y alegre? La respuesta es rotundamente afirmativa.
Para empezar hemos de tener en cuenta que la palabra “crisis” en su etimología significa cambio, mutación; por lo tanto, crisis no equivale a algo negativo, sino al fluir continuo de la vida que implica crecimiento, desarrollo, evolución, transformación. Un maestro de Raja Yoga, llamado Gururaj Ananda Yogui, afirmaba con frecuencia que “hemos de ver en cada dificultad una oportunidad para crecer”.
En segundo lugar, es importante que busquemos más dentro que fuera, es decir, que miremos y escuchemos nuestro interior antes que el exterior, porque de este modo podemos llegar a experimentar los sentimientos que residen en nuestro Yo Profundo: la alegría, la paz, la felicidad, la armonía, el amor, la gratitud, la luz ……. Son vivencias que se hallan en nuestro Ser Interno, en nuestra Esencia. Somos pequeños dioses.
En tercer lugar, sería deseable que valoremos los pequeños detalles de la vida y disfrutemos de las cosas sencillas y simples: el sol, el mar, la naturaleza, la risa, la conversación con los demás, el juego con los niños, el pasear, el hacer el amor; en definitiva, vivir el aquí y el ahora y saborear la sencillez. Ya es momento de que dejemos de complicarnos la vida y apreciemos la simplicidad.
En cuarto lugar, es totalmente cierto que nuestro pensamiento crea la realidad; como dijo Buda, “Somos lo que pensamos”. Ahora se ha puesto de moda la Ley de Atracción, atraemos lo que pensamos, somos como un imán. Por ello, es fundamental que pensemos y sintamos de forma positiva para de ese modo crear una vida abundante y próspera para nosotros y los demás.
En quinto lugar, resulta primordial desarrollar la creatividad, pues de todas las crisis salimos bien parados cuando utilizamos la creatividad, así hallamos soluciones y oportunidades de avanzar que antes no habíamos podido imaginar. La creatividad nos permite ver y hacer más allá de nuestra estrecha mente racional. A este respecto me gusta mucho lo que Albert Einstein dijo: “Si a veces no se peca contra la razón, no se descubre nada”.
En último lugar, hemos de tomar conciencia de nuestra dimensión espiritual y conectarnos más intensamente con nuestro Yo Elevado; con ello conseguimos ver las situaciones de la vida desde una perspectiva más alta y comprender que no todo es lo que parece, que los problemas no son tan graves como nuestro ego nos hace pensar. Stanislav y Christina Grof, matrimonio pionero de la Psicología Transpersonal, afirman que “parece que cada vez más gente se está dando cuenta de que la verdadera espiritualidad se basa en la experiencia personal, y de que constituye una dimensión esencial e imprescindible de la vida humana. Tal vez estamos pagando un precio excesivo por haber rechazado una fuerza que alimenta, enriquece y da sentido a la vida humana. A nivel individual, las consecuencias parecen ser la creación de un modo de vida empobrecido, infeliz e insatisfactorio, junto con un aumento de los problemas emocionales y psicosomáticos. A escala colectiva, puede que la pérdida de espiritualidad sea un factor significativo de la peligrosa crisis global de nuestros días, que amenaza la supervivencia humana y la de toda la vida de este planeta” (El poder curativo de las crisis. Editorial Kairós. Págs. 13 y 14).
Es importantísimo que desarrollemos la intuición, el hemisferio derecho del cerebro, y abramos el corazón para que nuestra vida sea rica, abundante y próspera.
Luis Sánchez
Psicólogo y Psicoterapeuta
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