De Swami Sivananda se dice que cuando llegó a Rishikesh, entonces apenas un grupo de chozas junto al Ganges, solía despertar a los ermitaños tocando con energía un tambor, animándoles a emprender con entusiasmo sus prácticas.
Uno de los logros principales de Sivananda fue conseguir que los ermitaños del Ganges mejoraran sus condiciones materiales.
Otro logro no menos importante consiste en despertar de lo básico material hacia la evolución personal. En realidad, ambos aspectos pueden desarrollarse de modo parejos, cunado aclarado nuestros objetivos.
El entusiasmo, la energía, la determinación son cualidades a lograr. La pregunta es ¿cómo?
La práctica del Yoga nos ayuda a desarrollar la salud y la fuerza. Y esto tanto en el cuerpo como en la mente. Lo, como es lógico, cual nos permite emprender con más claridad y energía nuestros objetivos.
Prosperar, ganar salud, vitalidad, felicidad, paz y alegría, todo con tranquilidad y paciencia, son objetivos naturales y legítimos a los que podemos aspirar.
¡Avancemos! Lograr a través de la práctica del Yoga una inspiración amplia y libre nos permite superar la agitación o el desánimo. Las asanas (ejercicios y posiciones) reequilibran la arquitectura del tórax y el resto del cuerpo, fortalecen los músculos, articulaciones, ligamentos y canales implicados en la respiración toda. El pranayama (atención a la respiración) ayuda a liberarla haciéndola más fluída. La relajación y la meditación (dhyana) confieren claridad a la mente y energía al cuerpo.
Disponemos de los conocimientos y los medios. Utilicémoslos en beneficio de nuestro desarrollo personal y el de todos los seres.
Recuerda: una inspiración amplia desde el corazón.
Animo, energía, fuerza para la claridad y la paz.
Gracias por publicar el texto y por el aprecio que supone.
ResponderEliminarEnhorabuena por el blog.
Un saludo,
Joaquín García Weil
http://yogasala.blogspot.com/