Qué pasa cuando llegamos a nuestro limite? lo mejor en estos casos es no ceder ni reprimir, al hacer esto ese sentimiento tan poderoso que nos aborda se disolverá, aquella misma fuerza que ha surgido, esa energía poco a poco se suavizara.
Cuando uno se sienta a meditar, nos ayuda a centrarnos a nuestro punto medio, no cedes, no reprimes, no juzgas y sólo dejas que los pensamientos y sensaciones vengan a ti, de esta manera se van disolviendo. Durante la meditación surgen una multitud de pensamientos, pero en lugar de suprimirlos u obsesionarnos con ellos, los reconocemos y lo dejamos pasar y a continuación volvemos a estar simplemente aquí. De esta forma como dicen los maestros “Llevamos nuestra mente de vuelta a casa”.
Continuación
El viernes fue para mi un día de esos días que uno piensa que lo mejor hubiese sido no salir de tu cama. Las tormentas llegan, los truenos caen sobre tu cabeza. Y uno intenta ser positivo diciéndose a uno mismo ya pasará, espera, pero después de un rato te preguntas pero cuando? y pasa el día y te das cuenta que la sensación aún esta ahí presente y te quedas esperando a que pase, pero los golpes fueron tan fuertes que tu mente no para de correr y correr y así te das cuenta que se ha perdido el centro. Cuando los días son dificiles y oscuros o te dejas llevar o buscas tu centro.
Así que aquel día me sirvió de practica y así fui sintiendo como todo iba volviendo a la normalidad y con ésto iba llegando la calma. Para terminar me dí un momento para sentarme a meditar y ahí sentí la tranquilidad total.
“Si no quieres que la tormenta te haga perder la cabeza busca siempre tu centro y relájate, toma contacto contigo”.
En uno de sus libros Thich Nhat Hanh explica: Cuando un sentimiento o un pensamiento surge, tu intención no debería ser perseguirlo, odiarlo, preocuparte o asustarte. ¿Qué deberías hacer entonces con ellos? Simplemente reconocer su presencia.
Por ejemplo, cuando nace un sentimiento de tristeza, inmediatamente reconócelo: “Un sentimiento de tristeza ha ocurrido en mi”. Si el sentimiento continúa, entonces sigue reconociéndolo: “Un sentimiento de tristeza sigue ocurriendo en mi”. Si te surge un pensamiento como: “Es tarde y los vecinos están haciendo mucho ruido”. Reconoce el pensamiento en cuanto surge. Si el pensamiento continua ahí, sigue reconociéndolo. Si surgen otros pensamientos o sientes otras emociones, actúa de la misma manera.
Lo principal es no dejar que ningún pensamiento o sentimiento ocurra dentro de ti sin que tú te des cuenta. Eres como el guardián del palacio que conoce perfectamente cuáles son los movimientos en el área que vigila. Si no hay pensamientos ni sentimientos presentes, entonces reconócelo así. El practicar de esta manera te vuelve consciente de tus pensamientos y sentimientos. Si sigues practicando pronto tendrás el control de tu mente.
Facilitado por http://sarvavita.com/
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