martes, 14 de junio de 2011

LA VIDA ORDINARIA Y LA VIDA ESPIRITUAL


El Lama Yeshe dice: Muchas personas creen que la vida ordinaria materialista y la vida espiritual son totalmente incompatibles. Eso no es verdad.
Muchos creen que la vida espiritual es un sendero de renuncia en el que uno debe abandonar todo lo mundano para dedicarse a la espiritualidad.
Si uno vive una vida ordinaria (salir a trabajar, atender familia, amigos, reuniones, placeres, etc), pero aún esta interesado en el camino espiritual, esto se puede combinar.
1.     Evitando los extremos tanto como sea posible. Si tus deseos de hacer practica espiritual no compaginan con las demandas de tu vida ordinaria, hay algo erróneo. Tu practica debe tranquilizar a tu mente insatisfecha además de proveer de soluciones a los problemas de tu vida cotidiana.
2.     Disfruta lo que posees materialmente, pero al mismo tiempo observa como tu mente se relaciona con ello (¿con apego?) y observa la impermanencia de lo que posees así como la verdadera naturaleza vacía tanto de lo que tienes como de ti mismo . Si comprendes esto de una manera profunda, eso es una actitud espiritual.
3.     No le entregues a los objetos o a las personas tu felicidad, diciendo: “ esta persona (o esta situación o este objeto), hace mi vida significativa, si la pierdo no podré vivir más”.    Esta actitud es muy poco inteligente. Esta actitud es un extremo de la vida materialista llena de apegos. Una mente más inteligente diría: “si, este objeto (o persona o situación) me da satisfacciones, pero nunca sé cuando puede desaparecer de mi vida. No puedo dejar que mi satisfacción o felicidad, dependa de su existencia. Igualmente no solo estoy en esta vida para satisfacerme con ese objeto (o persona o situación)
4.     Analiza donde esta la satisfacción o el placer mismo: ¿en el objeto, en la persona, en la situación, o en mi mente?. De la misma forma analiza si la actitud de insatisfacción, de frustración, de malhumor, esta en el objeto o persona que no me da la satisfacción que requiero, o sí esta en mi mente.
5.     Observa la actividad de la mente insatisfecha, la mente que desea una y otra cosa, la mente que busca placeres, esparcimientos,  etc., por que mantiene una actitud de insatisfacción.
6.    La mente satisfecha, no depende de personas, objetos y situaciones para sentirse bien.
7.     La mente satisfecha no requiere buscar placeres, personas, situaciones, posición, para satisfacerse, la verdadera y permanente satisfacción viene de  nuestro interior y no de nuestro exterior.

La Satisfacción Superficial, impermanente, cambiante, no duradera, viene de afuera (de los objetos, de las otras personas, de las situaciones), la podemos perder en cualquier momento por que depende de otras personas y condiciones.

La Satisfacción Profunda, permanente,  estable, duradera, viene de adentro y pertenece a la mente. Nadie nos la puede quitar ya que solo depende de nosotros mismos.

La búsqueda del mundo materialista, ordinario, se basa solo en los satisfactores superficiales impermanentes. La mente inteligente puede disfrutar de los placeres mundanos, sin apegarse a ellos, sin sufrir por su ausencia, sabiendo que pueden desaparecer en cualquier momento, y cuando estos no están presentes  mantiene la misma actitud de satisfacción ya que posee también la satisfacción profunda o estado de contento, que subyace por debajo de todo lo que aparece frente a sus ojos y lo que da placer a sus sentidos.
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