viernes, 22 de julio de 2011

NO TE RESISTAS


Cuando dejamos de nadar contra la corriente y aceptamos nuestra  realidad, se está permitiendo  fluir  y algo va cambiando en nosotros, nuestra manera de ver, de percibir las cosas y nuestra actitud,  van siendo diferentes. Nuestras exigencias, van perdiendo su fuerza y  las cosas que  atormentan, pasan a  ser  parte de nuestra vida. “No te resistas, deja fluir ” y estarás conectado al universo, a tu ser, donde el miedo, ni el sufrimiento existen y algo muy poderoso se estará escapando de ti, te estarás liberando del ego y  de esa manía que se tiene por  tener el control de todo.
Para engrandecer  nuestra fuerza interior, hay que abandonar cualquier miedo y comprender la importancia  que es ser parte de un todo,  de esta forma se podrá hacer más fuerte nuestro espíritu.
Cuando somos uno con un todo, no existirá nunca más el dolor y se comprenderá que el dolor  y el miedo, sólo está en nuestras mentes. Cuando la mente comienza a obsesionarse con  alguna idea y no puede dejar de pensar en ello, el cuerpo comienza a hacerse cargo. Por eso es mejor dejarse llevar por la corriente, sin resistirse a ella.
“Los que saben rendirse saben encontrar la fuerza interior,  cuando el corazón no conoce el miedo, el miedo no existe. Cuando el espiritu se convierte en el guerrero, cualquier miedo se diluye como el copo de nieve, que cae sobre tu mano”.
Hay una historia que dice : Una tarde Milarepa volvió a su cueva tras recoger leña, la encontró llena de demonios. Estaban cocinando su comida, leyendo sus libros, durmiendo en su cama. Se habían apropiado del antro. El sabía de la no dualidad del yo y el otro, pero no sabía muy bien como deshacerse de esos tipos. Por mucho que intuía que eran solo una proyección de su propia mente de todo aquello que no le gustaba de sí mismo, no sabía cómo librarse de ellos.
Entonces, en primer lugar, les enseñó el Dharma. Se sentó en un asiento que estaba más alto que ellos y les explicó cómo todos somos uno. Habló sobre la compasión y la Shúnyata y de que el veneno es la medicina. No pasó nada; los demonios siguieron donde estaban. Después perdió la paciencia, se enfadó y los persiguió. Los demonios no hicieron más que reírse de él. Finalmente se dió por vencido, así que se sentó en el suelo, diciendo: “Yo no me marcho y me parece que vosotros tampoco, de modo que vivamos todos juntos”.
En ese momento, todos se fueron excepto uno. Milarepa se dijo: “Oh!. Este es especialmente maligno”. (Todos sabemos quién es ese. A veces tenemos muchos como él. A veces creemos que es lo único que tenemos). Milarepa no sabía qué hacer, así que se entregó todavía más. Se acercó al demonio y se metió en su boca diciendo. “Cómeme si quieres”. Entonces ese demonio también se marchó. La moraleja de la historia es que cuando desaparece la resistencia, desaparecen los demonios.
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