domingo, 24 de octubre de 2010

¿POR QUÉ MEDITAR? - Parte 2

¿Es posible cambiar?

La verdadera pregunta no es si el cambio es deseable, sino si es posible.  Algunas personas podrían pensar que no pueden cambiar ya que sus emociones aflictivas están tan íntimamente asociadas a sus mentes que es imposible deshacernos de ellas sin destruir una parte de nosotros.

Es verdad que en general el carácter de una persona no cambia mucho a lo largo de su vida.  Si pudiéramos estudiar al mismo grupo de personas a través de los años, raramente encontraríamos que la gente enojada se volvió paciente, que las personas alteradas encontraron la paz interior o que los pretenciosos aprendieron humildad.  Pero tan inusual como el cambio pueda parecer, algunas personas si cambian, lo cual demuestra que el cambio es posible.  El punto aquí es que nuestras características negativas tienden a persistir si no hacemos nada para cambiar el status quo.  Ningún cambio ocurrirá si dejamos que nuestras tendencias habituales y patrones automáticos de pensamientos se perpetúen o incluso se refuercen, pensamiento tras pensamiento, día tras día, año tras año.   Pero estas tendencias y patrones pueden ser desafiados.

La agresión, avaricia, envidia y otros venenos mentales son incuestionablemente una parte de nosotros pero ¿Son una parte intrínsica e inamovible?  No necesariamente.  Por ejemplo, un vaso de agua puede contener cianuro que nos puede matar en un instante.  Pero esa misma agua también se puede mezclar con una medicina curativa.  En cualquier caso, H2O, la fórmula química del agua, permanece sin cambios: por sí misma, nunca fue venenosa ni medicinal.  Los diferentes estados del agua son temporales y dependientes de circunstancias cambiantes.  De manera similar, nuestras emociones, estados de ánimo y rasgos de mal carácter son simplemente temporales y elementos circunstanciales de nuestra naturaleza.

 De la edición de Septiembre 2010 de Shambhala Sun “Como Meditar”.

Extractos tomados del libro “El Arte de la Meditación” de Matthieu Ricard, publicado por Ediciones Urano © 2009.

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